El Vicerrector de la Universidad de Alicante habla de los actos en la calle, en el templo y de las vivencias íntimas de cada uno

Con un sentido, estructurado y aplaudido pregón que hizo que toda la Parroquia se pusiera en pie y le aplaudiera, Vicente Montiel Leguey, Vicerrector de Infraestructuras de la Universidad de Alicante, anunció la Semana Santa de este 2009 el sábado 28 de marzo.
En su discurso Montiel se refirió a los tres planos en los que se desarrolla la Semana Santa: los actos multitudinarios en la calle; los actos litúrgicos que tienen lugar en el templo y las vivencias íntimas de cada uno.
Pero antes de iniciar el pregón propiamente dicho mostró su agradecimiento “a la Cofradía de la Santa Cruz del Sudario que me acogiera hace ya algunos años como miembro de la Hermandad. El cariño, la humildad y el compañerismo que he sentido y siento con todos ellos, compartiendo estos días de fervor, de participación y de compromiso, son un regalo que ya se ha convertido en tradición para mí” y también mostró su gratitud al resto de Cofradías.
El pregonero citó una a una las imágenes que procesionan en las calles santapoleras, hilvanando su discurso con los pasajes Bíblicos de los que son protagonistas. “El encuentro entre la Inmaculada y el Cristo resucitado, bajo el vuelo multicolor de las aleluyas, dará testimonio de la alegría de la comunidad cristiana”, concluyó en este apartado.
Recordó Vicente Montiel que en Santa Pola “la liturgia sale también del templo y el Miércoles Santo acompañamos al Sacerdote en un Via Crucis, con la Cruz del Mar, que es el Camino de la Cruz y camino de oración, dónde nos adentramos en la Pasión hacia el calvario.
Por último, en el plano íntimo, el pregonero hizo hincapié en que “estos días tienen que ser los más propicios para profundizar en nuestras creencias, en nuestra fe y sobre todo para reflexionar sobre las dificultades y las pruebas que nos trae la vida”.
El pregonero también hechó mano de sus recuerdos de la Semana Santa, cómo se celebraba el Domingo de Resurrección con volteo de campanas y los niños corrían con latas atadas o la tradición de ir a comer la mona a la playa de los Ingenieros.
Antes de finalizar su intervención, quiso tener un recuerdo para los cofrades y participantes de la Semana Santa ausentes, que personificó en su tío Pepe y su abuela Sofía.