Tras el paréntesis de la pasada legislatura, Ana Blasco vuelve a vivir este año los actos patronales y de Moros y Cristianos como concejala de Fiestas.
¿Cómo está viviendo este retorno a la Concejalía de Fiestas?
Para mí haber retomado la Concejalía de Fiestas es una ilusión. Yo disfruté muchísimo durante los cuatro años que ya estuve al frente de este área y espero poder seguir haciéndolo. Hay unas muy buenas relaciones con ambas asociaciones festeras, una muy buena comunicación y cuando existe esta buena predisposición es sencillo y agradable llevar esta Concejalía.
Este año se ha hecho un esfuerzo para gastar lo menos posible…
Sí, lo primero que hice fue reunirme con el alcalde analizando los distintos actos y viendo cómo podíamos reducir el gasto. Así hemos conseguido realizar más actividades, reduciendo considerablemente el gasto. En un principio habíamos ahorrado 47.000 euros, pero la reducción es aún mayor. Mención especial merece el pregón, con un ahorro de más del 50%. Es el pistoletazo de salida de las fiestas, un acto institucional en el que participa todo el pueblo y hemos realizado un nuevo planteamiento.
¿Cuáles son esas nuevas actividades que se han introducido?
Hemos organizado tres días de fiesta con hinchables gratuitos y palomitas para los niños, uno en Pablo Iglesias, otro en Gran Alacant y otro en la Glorieta. Además, el concejal de Gran Alacant y yo estamos trabajando para poder realizar un concierto dedicado a los jóvenes el último fin de semana de fiestas, entorno al 10 de septiembre.
Una parte importante de la población de Santa Pola vive en Gran Alacant y también hay muchos vecinos en la zona de Playa Lisa. ¿Por qué la fiesta no llega también a estos barrios?
En todas las poblaciones, cualquier acto festero o cultural se suele organizar en la zona centro, en lugares emblemáticos. La procesión, por ejemplo, no puede ser en Gran Alacant. Pienso que las distancias no deben ser un motivo para no disfrutar de la fiesta. Cada barrio organiza sus fiestas y cuando proponen algún acto, como por ejemplo la Fiesta Rociera de Playa Lisa, el Ayuntamiento les apoya. Además, los ciudadanos pueden engalanar sus calles y organizar sus propios actos.
¿Por qué no se retoma el concurso de las calles engalanadas? ¿Por qué cree que cada vez se engalanan menos calles?
Tenemos la suerte de que cada año volvemos a retomar esa costumbre que fue uno de los inicios de la fiesta. Pero ahora, las nuevas generaciones, por motivos laborales, en muchas ocasiones no tienen el tiempo necesario para elaborar los adornos y comprometerse más con la organización. Pensamos que el concurso no es una buena idea ya que siempre hay dos o tres calles que destacan, porque en las otras no les pueden dedicar tanto tiempo, y creo que lo importante es disfrutar de la fiesta, la convivencia entre los vecinos, sin rivalidades. Eso sí, siempre visitamos las calles engalanadas.
¿Qué tiene que hacer una buena festera?
A mí me ha ayudado mucho que mi familia participe y poder disfrutar al mismo tiempo de la familia y de la fiesta. Debe querer disfrutar de la fiesta y compartir con sus compañeros mucho tiempo. No es sólo salir a desfilar el día 1 o el día 6, la fiesta se vive a lo largo de todo el año. Hay que reunirse para alquilar los trajes, para las pruebas de maquillaje, de vez en cuando hay alguna cena de convivencia. La fiesta te da mucha satisfacción porque conoces a mucha gente con la que no te relacionarías si no fuera así. Para ser festera hay que tener ganas de disfrutar, pero también de trabajar.
¿Y una buena concejala de Fiestas?
Sobre todo tiene que tener muchísimas ganas de trabajar. Hay que ser consciente de que cuando desempeñas un cargo público, sea el que sea, hay que dar lo mejor de cada uno y hacerlo lo mejor posible. Lógicamente, como somos humanos, nos podemos equivocar, pero las decisiones que tomo son siempre razonadas y, de alguna manera, motivadas. Es importante saber escuchar y saber cómo decir las cosas, tanto si son afirmativas como negativas, explicando los motivos. Es un honor y un orgullo ser concejala de Fiestas, pero como en todo trabajo hay un pequeño lado amargo, que se compensa cuando ves disfrutar a la gente. Quiero reseñar la labor desinteresada que realizan las personas que participan en la Comisión de Fiestas, que trabajan y dan ideas con el único fin de que las fiestas salgan lo mejor posible.
El que haya o no vaca siempre suscita polémica…
Algunos provocan esa polémica. Entre todos los ciudadanos de Santa Pola, no todos disfrutamos con el mismo ocio. Aquí hay una tradición con la vaca que se ha transmitido de padres a hijos. Es una parcela de ocio que no tiene por qué gustar a toda la gente, igual que sucede con otros actos. Este año hemos realizado el acto reforzando aún más la seguridad. Todos los expedientes han venido con el visto bueno de la Conselleria, el recinto se ha vallado según la normativa y había los seguros correspondientes. La polémica no la crea la vaca, sino nosotros. Es un acto al que se debe ir con control y civismo, como a cualquier otro acto.
Un deseo para las fiestas…
Como concejala de Fiestas, deseo que los ciudadanos participen en todos los actos, ya sea como festeros, o disfrutando como espectadores. Animo a todos los santapoleros y visitantes a que compartan unos días de alegría y de ocio con familiares y amigos. Eso sí, sin olvidar el fervor que tenemos a nuestra patrona, la Virgen de Loreto, en honor de la cual celebramos estos actos. Deseo muchas felicidades a todos, que sean unas fiestas tranquilas y con la participación de mucha gente.