Los ciudadanos estamos empezando a estar cansados. Cansados de aguantar las brillantes ideas del ministro de turno que perjudican de manera soberana al españolito de a pie, que ve como los que deberían dar un ejemplo digno de transparencia se disputan beneficios, cuando nos piden austeridad.
Ante la situación actual de crisis, nos han pedido que seamos pacientes y que las medidas de austeridad, recortes en toda regla, nos llevarán a ver la luz en el 2014.
Yo no me lo creo.
Con un presidente del gobierno desaparecido e incapaz de dar explicaciones a los despilfarros de su partido, un presidente de la Generalitat que prefiere dar la callada por respuesta y un gobierno municipal desorganizado e incapaz de dar una a derechas, los ciudadanos tenemos que aguantar cada uno de los despropósitos que se nos plantean.
Sin ir más lejos esta semana se pone en marcha en algunas comunidades el cierre de urgencias nocturnas en poblaciones pequeñas que supuestamente tienen las urgencias a un paso. Nadie se ha preguntado que dichas poblaciones tienen un censo de personas mayores que sin duda necesitan el servicio médico y que para cuando quieran o puedan llegar al servicio de urgencias más cercano, puede ser demasiado tarde.
Parece que nos pille lejos, pero también esta misma semana, el Conseller de Sanidad, nos deleita con una idea de lo más curiosa. El cierre de las urgencias de poblaciones también pequeñas o cercanas a un centro hospitalario de referencia, sobre todo en la provincia de Alicante.
Y mira por donde nos tocó el gordo. Se rumorea la posibilidad de que las urgencias de Crevillente, El Toscar y Santa Pola se cierren a partir de las ocho de la tarde.
¿Estamos dispuestos a ello? Ya está bien. Comenzamos con los impagos a las farmacias, con el copago farmacéutico, con la no revalorización de las pensiones, con el recorte en la teleasistencia, con la paralización de la Ley de Dependencia, la privatización de hospitales…
Y ahora cuando todavía no se han acabado las obras de la ampliación del Centro de Salud de Santa Pola, nos sorprenden con el notición de que estamos entre los galardonados con el cierre de las urgencias nocturnas.
Los santapoleros padecen cada día la saturación en nuestro centro de salud, y cada día ven como se les trata como un número y no como un paciente.
Con colas interminables en el mostrador de citas los pacientes que se presentan por urgencias no son atendidos, ya que durante el día no existe médico de urgencias y se debe esperar a que uno de los médicos que pasan consulta pueda atender la necesidad del paciente que llega enfermo y sin cita. Los facultativos están sobrepasados por la cantidad de pacientes a atender y las soluciones que se han puesto en marcha no son suficientes por que las colas y el tiempo de espera para la atención sanitaria sigue siendo grande.
¿Cuánto somos capaces de aguantar?
Son especulaciones; no lo sabemos. Pero recuerdo que un presidente llamado Mariano Rajoy, prometió que no metería mano al estado de bienestar, ni a la educación, ni a la sanidad y por supuesto ni a las pensiones. Y ha faltado a la verdad, a la vista está.
Con la salud no se juega, la sanidad no es un negocio, aunque para algunos lo parezca.Yolanda Seva Ruiz
Concejala del PSOE