El día 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer aunque desde hace unos años es el Día de la Mujer Trabajadora como divulgan algunas instituciones; tiene sus orígenes en el movimiento internacional de mujeres socialistas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX que tenía por finalidad promover la lucha por los derechos de la mujer sin ningún tipo de restricción fundamentada en el grado de riqueza, propiedades o educación. Este día representa a la mujer como artífice de la historia y su lucha por participar en la sociedad en pie de igualdad con los hombres; vincular el día sólo a su vertiente laboral se debe a la manipulación que en su día quiso silenciar el verdadero origen de la festividad que era la lucha de la mujer por su derecho al voto y por sus derechos políticos y económicos.
En la II Conferencia de Mujeres Socialistas en Copenhague los días 26 y 27 de agosto de 1910 -a la que asistieron más de 100 delegadas de 17 países en representación de sindicatos, partidos socialistas y organizaciones de trabajadoras- las representantes socialistas de EEUU, que desde 1908 venían celebrando el Women’s Day con la finalidad de reclamar el derecho de las mujeres al sufragio y que en 1909 lo habían celebrado el día 28 de febrero, llevaban entre sus objetivos que se estableciera un día internacional de la mujer, pero fueron las representantes del Partido Socialista Alemán Clara Zetkin y Kathy Duncker las que presentaron la propuesta: “En unión organizaciones de clase, partidos políticos y sindicatos proletarios en cada país, las mujeres socialistas del mundo celebrarán cada año un Día de la Mujer. Su objetivo principal será obtener el derecho a voto de la mujer. Esta demanda debe ser levantada dentro del contexto global de los asuntos concernientes a las mujeres de acuerdo a los principios socialistas. El Día de la Mujer debe tener un carácter internacional y deber ser preparado cuidadosamente”.
En Europa, la primera celebración el día 19 de marzo de 1911 fue seguida por más de un millón de mujeres en Austria, Alemania, Dinamarca y Suecia; se eligió la fecha porque ese mismo día en 1848 el Rey de Prusia para sofocar un alzamiento armado prometió una serie de reformas que incluían la promesa –incumplida- de conceder el derecho a voto para las mujeres. Alejandra Kolontai, la revolucionaria y feminista rusa, ayudó a la organización del evento, y escribió: “La manifestación excedió todas nuestras expectativas. Alemania y Austria eran un furioso mar de mujeres. Las mujeres se reunían en todas partes, hasta en los pequeños pueblos y villas, los centros de reunión estaban tan repletos que hasta tuvieron que pedirle a los trabajadores varones que asistieron que le cedan su lugar a las mujeres.”
En los primeros se festejaba en días diferentes y fue a partir de 1914 y a propuesta de las mujeres alemanas cuando este día se instituyó por primera vez el 8 de marzo en Alemania, Suecia y Rusia. Aunque el día se venía celebrando en Rusia desde 1914, también la Revolución Rusa tuvo gran influencia en la consolidación del mismo ya que el 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en su calendario) las mujeres rusas se amotinaron ante la falta de alimentos dando inicio al proceso revolucionario que culminó en octubre. Erróneamente se ha querido vincular el día a la lucha por demandas laborales y para ello se han buscado diferentes comienzos como la marcha de las trabajadoras textiles en el año 1857 hacia los barrios adinerados de Nueva York en protesta por las miserables condiciones laborales. Las historiadoras Liliana Kandel y Françoise Picq afirman que el mito que sitúa la manifestación en 1857 fue creado en 1955 para eliminar el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la Mujer.
Antonio Baile Rodríguez
Licenciado en Antropología Social y Cultural
