Se han cumplido cuarenta años desde la aprobación de nuestra Constitución y, de nuevo, volvimos a encontrarnos silencio institucional por parte del Ayuntamiento de Santa Pola. Hace ahora dos años escribía unas palabras similares por el 38º aniversario de la Constitución, defendiendo su éxito democrático y su calidad como norma, desde el punto de vista jurídico. Esta semana, esas palabras vuelven a cobrar actualidad –más fuertemente, si cabe- debido a que se trata de un aniversario especialmente señalado y no se ha celebrado acto institucional alguno.

Es posible que se trate de una corriente política similar a la que se manifiesta en el 12 de Octubre, Día de la Hispanidad, generalmente por partidos nacionalistas y, cada vez más, por parte de la izquierda. Esta corriente es la que defiende el “#ResACelebrar”, poniendo excusas de revisionismo histórico para evitar conmemorar lo que ellos consideran como un símbolo que hace demasiada referencia a España como nación.

El problema está en que esta actitud ha sido asimilada de forma subrepticia por parte del Partido Socialista. Santa Pola es un claro ejemplo de ese juego a dos bandas de los socialistas que, pese a ser un partido constitucionalista, necesita evitar que le adelanten por la izquierda otros partidos y, como ahora lo que está de moda en esa izquierda es tildar de “facha” todo lo que implique una mínima referencia a cualquier símbolo nacional español, pues tampoco pueden explayarse todo lo que les gustaría en homenajes institucionales.

En este pueblo se celebra sin reparos -y me parece perfecto que se haga, por cierto- el 9 d’Octubre, con un Pleno institucional y una serie de actos diversos. Sin embargo, no se le otorga el mismo trato al 6 de Diciembre, Día de la Constitución, no sabemos por qué. Quizá sea que no haya tradición, o quizá sea la influencia de todos esos partidos representativos de la nueva izquierda hispanófoba, que bloquean cualquier atisbo de homenaje a símbolos nacionales. Seguramente sea algo que nunca lleguemos a saber, porque desde luego jamás lo reconocerán, pero cada vez somos más los que sospechamos que es así.
Desde Ciudadanos seguiremos defendiendo la Carta Magna. Eso no significa que no haya que mejorarla, pero desde el consenso, no al dictado de los nacionalismos, y con ánimo de sumar, no de dividir.