Un relato para la familia actual: Hoy los padres, y en general, los educadores, necesitan fuerza, ánimo y estímulo en su tarea educadora. Lo necesitan porque el ambiente no es muy propicio para reconocer su labor educadora, y las críticas y descalificación suelen ser abundantes y agresivas. Por ello en la situación presente, conviene reconocer, alabar y admirar la función de ser padres, educadores en la sociedad actual.
Los padres de familia en la actualidad son los grandes aventureros del siglo en que estamos. Hace cinco siglos un hombre tenía ardiente su corazón, dejaba todas sus cosas, y se embarcaba en un viejo galeón, llegaba a América, cruzaba montes, ríos, y descubría una nueva nación. Hoy ese mismo hombre de corazón ardiente, emprende otra conquista no menor; buscar su pareja, casarse con ella, y se atreve a tener hijos y educarlos. Esta decisión necesita igual valentía y compromiso que el antiguo conquistador.
Hoy se necesita coraje para vivir una paternidad o maternidad responsables. El problema está en que hay muchos progenitores y pocos padres. Tres segundos bastan al hombre para ser progenitor. Pero ser padres es algo diferente. Porque nunca se termina de engendrar lo ya engendrado.
Cuando los padres se han preocupado por educar a los hijos, tienen que quedarse con la conciencia tranquila. Esto hay que afirmarlo siempre, ya sea que los hijos salen bien, sea que toman caminos inadecuados. Los padres no pueden vivir con complejo de culpabilidad.