alabra un tanto difícil para pegarse al oído por su larga extensión, ocho sílabas que bien podría convertirse en un verso eneasílabo por la duplicación de la última: cio-ón. Le falta ritmo a las partes fónicas: des-estacion-al-iza-ción En cuanto a su composición morfológica tenemos un prefijo: des procedente del latín dis, que separa, niega o trastoca el sentido; una palabra, base, raíz del conjunto: estación; un sufijo adjetival: al y un sufijo muy frecuente pero innecesario en muchos casos, que cierra la secuencia: ización. El significado que le da su creadora es un tanto arbitrario pues depende del contexto oracional. Parece ser que se refiere a estación del año, tiempo, temporada por lo que dice su autora “aquí en Santa Pola puede llegar a significarlo todo” ¿Qué es todo? Y añade: “intentar atraer al turista más allá de los periodos vacacionales”; pero el lector u oyente puede darle distinto significado. Se me ocurre un caso de denuncia, de multa: “por tener su vehículo fuera del estacionamiento”.
Vayamos con el último elemento constitutivo: -ización, muy de moda en lugar de -idad, que hubiera redondeado la palabra: desestacionalidad, bien sonante, rimbombante y de fácil comprensión para todos. El término -ización proviene, a su vez, de la sustantivación de un sufijo latino, derivado del griego : izare del que se formaron muchos verbos ya en la edad moderna, pospuesto al sustantivo o adjetivo . Valgan como ejemplos. De vulgo > vulgar >vulgarizar y vulgaridad. El caso que nos ocupa de la palabreja, nos parece un poco raro por la cacofonía que entraña en su pronunciación. Cion-al- iza-ción ¿Por qué no usar desestacionalidad o desestacionamiento?
Es cierto que la lengua la producen los hablantes con sus vocablos por ellos inventados mediante el habla, pero también es cierto que todos estos términos los recoge o no el Diccionario de Autoridades con el visto bueno de los Académicos de la Lengua. En el caso comentado, me parece que lo que la autora propone va a tener poca aceptación entre los hablantes y menos aún en la Academia de la Lengua.