Hace unos días se produjo un pequeño incendio junto a los contenedores de basuras ubicados al principio de la calle Poeta Miguel Hernández. Consecuencia del mismo es que la acera ha quedado ennegrecida y la fachada del Banco de Santander está toda manchada y su letrero de plástico se ha quemado la mitad. Todo esto da una imagen muy mala de una ciudad sobre todo si tenemos en cuenta que estamos hablando del mismo centro de la misma es decir de La Glorieta, zona muy concurrida por turistas y visitantes.
Yo no sé si el que tiene que arreglar esto es el Banco de Santander o el Ayuntamiento, o es que tienen que pactar quien lo paga, pero sea lo que sea ya ha pasado una semana y la mala imagen sigue ahí. Ya no se qué pensar si la crisis es bancaria o municipal, pero por favor yo creo que el arreglo cuesta “cuatro duros”.