Aleluya! Ya hemos encontrado el destino ideal para la avenida de Granada. En vez de adecuarla para convertirla en una calle digna del pueblo y como hace años que desaparecieron las casas de ladrillo que estaban mucho tiempo ahí, las hemos sustituido por casas de ruedas, que son más decorativas.
Hasta cuarenta caravanas, incluso alguna más, han sentado en plena avenida sus reales y ahí hacen su vida tan ricamente. Sacan sus mesitas al sol a las horas de las comidas, sus tumbonas y sillas de playa para tomar el sol en biquinis, taparrabos, etc. y practican sus juegos al aire como en el mejor camping.
Pero una calle del pueblo, señor alcalde, no es un camping, ni seguramente será legal este campamento que carece absolutamente de cualquier servicio. Y no me digan que están aparcando de paso, pues ya llevan varios meses ahí, eso sí, a ratitos algunas se van y vuelven.
De verdad que no tiene explicación que los políticos que tanto pregonan el amor a su pueblo, se complazcan en propiciar estas situaciones con las que no gana nada la imagen que se da de Santa Pola.
Manuela Aguilar Pérez