La vida y la muerte tras una puerta y dos clases de desesperación; de una parte futuro e ilusión, de otra una enferma mente casi muerta.
Ya nunca pudo nadie verla abierta porque Andreas con determinación mató a los pasajeros del avión de una forma que duele y desconcierta.
No es posible expresar tanto dolor ni hacer nada que pueda mitigarlo, salvo enfrentar el duelo con valor.
Solo una enfermedad puede explicarlo pero eligió egoísmo en vez de amor, que es lo que hubiera podido evitarlo.