Si se confirma lo que se viene anunciando de que los independentistas catalanes van a tener dos Gobiernos, uno real en Barcelona y otro simbólico en Bruselas, yo creo que es el momento de crear una compañía aérea “low cost” que realice diez vuelos diarios Barcelona- Bruselas. A partir de ese momento, la tradicional peregrinación a Lourdes pasará a ser a Bruselas.
Los políticos y los empresarios catalanes sacarán un bono mensual que les permitirá hacer diez viajes, pero el grueso de la peregrinación se producirá cuando empiecen a acudir los militantes de ANC y Ómnium, y a renglón seguido algunos seguidores del F.C Barcelona; los bomberos de la capital catalana y muchos de los mossos, también viajarán a Bruselas, para actuar delante de Puigdemont, varias agrupaciones de Castellers.
La “bomba” será cuando, llegada la primavera y haga mejor tiempo, los agricultores gerundenses organicen un viaje a Bélgica con sus tractores adornados con esteladas y máscaras de Puigdemont. Que pena que Luis García Berlanga ya no esté con nosotros, seguro que hubiese creado una película para el recuerdo.