El tres veces olímpico, bicampeón mundial de Windsurf y número uno en la categoría de RS:X, Iván Pastor, ha estado entrenando en la bahía de Santa Pola con otros grandes windsurfistas europeos. El deportista santapolero define a su localidad natal como “uno de los mejores lugares para entrenar. Todos los que me han acompañado se quedaron enamorados de la bahía”.
En la reunión mantenida con el edil de Deportes, Fran Martín y el alcalde, Miguel Zaragoza se puso de relevancia el hecho de que “Santa Pola reúne unas condiciones meteorológicas óptimas para la práctica de los deportes acuáticos”.
“Fue en Santa Pola donde aprendí a navegar y cada vez que entreno aquí siento nostalgia de mis comienzos”, declaró Pastor, recordando sus inicios. Pastor, que recientemente se ha recuperado de una lesión que le ha tenido en dique seco durante unas tres semanas, asegura que “aunque he perdido peso, la recuperación está siendo más que satisfactoria y espero estar al máximo nivel para la Copa del Mundo que se celebrará en Mallorca el próximo 1 de abril”. De hecho, esta misma semana se desplazaba a la isla para realizar una concentración previa de cara a esta competición.
El deportista, que entrena entre cinco y seis horas diarias para poder estar al máximo nivel dentro de una disciplina tan exigente, puso en relieve su participación dentro del Equipo Olímpico de cara a los Juegos de Brasil. “Para estas Olimpiadas, y aunque sólo habrá un seleccionado por categoría para representar a España, se está trabajando en materia de equipo. Necesitamos tener un respaldo, un back up de seguridad, pues una lesión puede ocurrir en cualquier momento. De ahí que, un año antes, la Federación nos haya constituido como Equipo”.
Reducción del presupuesto
Pese a esta inclusión como tal por parte de la Federación, Pastor confiesa que “no tiene el suficiente apoyo por parte del Consejo Superior de Deportes. El presupuesto se ha reducido drásticamente (en un 40%) y, en mi caso, he tenido que hacer frente a la compra de tres tablas para poder competir. Tablas que rondan entre los 2.000 y los 3.000 euros cada una. A esto súmale desplazamientos, estancias, entrenamientos... El año pasado gané dos copas del mundo y no han ayudado en nada”.
Sin embargo, no sólo existe el reto olímpico, también el de promocionar un deporte todavía minoritario. En este aspecto, tanto Zaragoza como Martín, coincidieron en la necesidad de poner en valor el deporte acuático y de que “los ciudadanos conozcan a Pastor, porque tiene un palmarés muy importante y es reconocido a nivel mundial”, en palabras de Zaragoza.