sensibles pero importantes son las novedades que este año incorpora la XX Edición de la Travesía Tabarca-Santa Pola, posiblemente el evento de natación con más proyección de todo el Mediterráneo español. Esta prueba, que aglutina a 1.402 nadadores (de un tota de 3.843 inscritos, antes del sorteo) es la estrella no sólo por su recorrido y organización, también por seguridad y número de voluntarios. Este año, el Club Alone, quien está al frente de la organización, dispondrá por primera vez de treinta piragüistas propios, a los que se suman los más de 160 voluntarios. Junto a ellos, entre quince y veinte practicantes de Paddle Sufr acompañarán a los participantes durante todo el recorrido. A éstos se suman todo el personal de tierra, más 40 fisioterapeutas de la Universidad Miguel Hernández, que ayudarán a los nadadores a su entrada a meta.
Refuerzos y solidaridad
No hay que olvidarse de las patrullas de Cruz Roja y Policía Local, con refuerzos de Elche y Alicante. Y, si por algo destaca, es por su carácter solidario: en primer lugar, se repartieron 1.800 euros, fruto de la venta de dorsales solidarios (a 140 euros), a Cruz Roja, concretamente al Banco de Alimentos. Otros mil euros irán a parar a manos de los padres del niño Fco. Ángel Pérez Maciá.
Tampoco hay que dejar de lado las sorpresas. En primer lugar, los detalles pequeños, como el repartir hasta 4.000 sombreros de paja como detalle hacia familiares, amigos y público asistente, que anima a los nadadores en la línea de meta.
En segundo, y ése si lo han querido mantener en secreto, tendrá lugar en la misma carpa de la zona de llegada de nadadores. Sorpresa también ha sido el elevado número de nadadores locales que toman parte en la Travesía: hasta 55, lo que demuestra que la villa está en plena forma.
Para hablar de forma, el sábado, día 4, de forma totalmente gratuita, tendrá lugar una charla en la Casa de Cultura a cargo del entrenador José Díez, de Nadando Libre. En ella se presentará su aplicación y dará consejos de coaching deportivo.