Mal partido el disputado el pasado sábado en el Manolo Maciá entre el Santa Pola y el Hondón de las Nieves. El exceso de confianza en las filas rojiblancas propició que, ante un rival mermado por las bajas, apenas se crearan ocasiones de gol durante la primera mitad. La más clara, sin embargo, fue un penalti sin discusión cometido en el área rival que Jorge no consiguió transformar para ahondar aún más en el tedio de estos primeros cuarenta y cinco minutos, en los que no hubo nada más que reseñar.
El inicio de la segunda mitad tuvo la misma tónica, con dos equipos apáticos sobre el terreno de juego, que no se jugaban nada, más allá del puesto en la clasificación. Sólo con la entrada de hombres de refresco en el Santa Pola hizo que el partido se animara y empezaran a llegar las primeras ocasiones locales que hacían presagiar la llegada del gol. Hubo que esperar al 76 para que el recién ingresado Leonel consiguiera el 1-0 con un gran remate de cabeza. El Santa Pola aprovechó el desconcierto del rival para conseguir, cinco minutos más tarde, el segundo tanto a través de Antonio Rocamora, sentenciando.
Sin nada más que destacar, se llegó al final de un partido aburrido en líneas generales pero que sirvió para que el Santa Pola, sin mucho esfuerzo, se hiciera con los tres puntos que le permite arrebatar, precisamente al Hondón, la cuarta posición en la tabla y con opciones matemáticas de atacar el tercer puesto.
El partido también sirvió para despedir al jugador estadounidense José Castro, que dice adiós a su breve singladura por tierras alicantinas.