El rostro de jugadores, directivos y espectadores al final del encuentro ante el Almoradí era un poema. Atrás habían quedado noventa minutos de nervios, tensiones e interrogantes sobre el resultado y del mismo dependía dar un paso de gigantes a la permanencia o acercarse a una situación dramática e impensable al inicio de temporada. No lo puso fácil el Amoradí porque los equipos de Machuca siempre son ordenados y saben a qué juegan. Pero el técnico almoradidense tiene un problema clónico al rojiblanco, la falta de gol. Lo demostró en la primera parte cuando Julio evitó la apertura del marcador ante un cabezazo de Larrosa y diez minutos mas tarde el portero fue protagonista al enviar al córner un disparo escorado de Diego. En el segundo tiempo todo cambió, el Santa Pola se hizo con el balón y llevó peligro por las bandas. Emilio dio un aviso con un cabezazo que se fue cerca de la cruceta de Fran y a falta de veinte minutos para el final, Germán de cabeza aprovechó el único despiste visitante para lograr el gol de la victoria. Una victoria que resulta clave para salir de la inercia en la que estaba inmerso el conjunto rojiblanco. Atrás quedaron Alone, Tháder, Horadada, Calpe, Campello, Hércules B y Polop, es decir, seiscientos treinta minutos en los que sólo se pudo sumar un punto. El domingo llega el Elche B de la mano de Alberto Capón y en puestos de promoción. El partido, como todos hasta el final, tiene sus dificultades. Es un filial, está en puestos de promoción y quiere los tres puntos. Pero la dosis de moral que han cogido los rojiblancos les hará salir a por todas, mejorar su buen juego y tratar de sumar la victoria de la tranquilidad.