El pasado viernes, tras la presentación en el Baluarte del Duque, tuvo lugar la inauguración de María Jesús Marina Alegre, en el Museo del Mar, primera de las que se realiza en el espacio reservado a la exposición permanente (y que podrá verse hasta el 14 de mayo). Bajo el título Alma Mediterránea (Ánima Mediterrànea), la artista nos brinda la oportunidad de participar de su intimidad, pues la pintura es la sustancia de cuanto hace y siente. Nos regala su privilegiada mirada repleta de sentimientos y emociones. Una mirada que se enfoca a ambos lados de este Mare Nostrum que nos baña y nos define. A veces lanzando la mirada desde las costas valencianas, otras desde el siempre exótico y misterioso Israel. Los lugares de Jerusalén explican la profunda espiritualidad que impregna cada espacio de la ciudad santa. Sus templos, sus calles, la vegetación, la tierra, la luz… se nos hacen comprensibles y aquello que creíamos lejano lo apreciamos ahora asombrosamente cercano.