La primera pregunta para hacerle a la candidata del Partido Popular de Santa Pola es obvia, en estas condiciones y tras cuatro años de legislatura del multipartito: ¿habrá cambio de Gobierno local?. Loreto Serrano espera que, efectivamente, sea así, “porque el pueblo ha dejado claro cuál ha sido su intención de voto. Esperamos que sí, porque somos la fuerza más votada y, por tanto, deberíamos gobernar”.
Sin embargo, hace falta la mayoría absoluta de los votos (11 en este caso) para que Serrano sea proclamada alcaldesa el próximo día 15. Con lo que les hace falta al menos uno al PP para que este hecho se produzca. O, cuanto menos, la abstención de al menos uno, con lo que gobernaría la lista más votada, el PP. De ahí que se plantee como más que necesario uno o varios pactos para, al menos, facilitar la investidura. Serrano afirmaba que han iniciado “algún turno de comentarios pero, en un principio, pacto de gobierno no existe”.
Una opción es gobernar en solitario, buscando los apoyos necesarios para poner en marcha determinados proyectos. De hecho, es la intención de la candidata, “el gobernar con mayoría simple y ponernos de acuerdo con los diferentes grupos que tengan un programa electoral similar al nuestro”.
Más allá de la posibilidad de la Alcaldía, Loreto Serrano afirma sentirse contenta porque, “al día siguiente de las elecciones, ya se respiraba otro ambiente. A mí me felicita la gente por la calle, se muestra contenta. Aunque imagino que habrá de todo. En persona, muchos me han transmitido felicidad. Lo cierto es que se espera mucho de mí, por lo que espero estar a la altura y no decepcionar a nadie”.
Un trabajo, como poco, ímprobo el que tiene por delante, siendo el primer punto a tratar la desactivación del llamado Plan de Humanización. “Adquirí un compromiso con los comerciantes y con los ciudadanos. Vamos a intentar resolver esta problemática. Cuando entremos intentaremos solucionar esta situación”.
Unos resultados electorales que pueden, para Serrano, traducirse como un “castigo importante” al Gobierno saliente, “sobre todo a los que han hecho el pacto. Se ha castigado a Podemos, EU y Canviem. Ha habido un castigo, porque la gente no está satisfecha con lo que se ha realizado durante estos cuatro años. Al menos es lo que nos han transmitido”.
Malestar, disconformidad pero, para algunos, han sido cuatro años de terror los que se han vivido en la villa marinera. Serrano asegura que se ha puesto fin a esta etapa. “Al menos, yo no voy a actuar como lo han hecho conmigo y contra mí desde el Ayuntamiento”. Se define como una persona dialogante, abierta, “por lo que cualquier cosa razonable, por supuesto que la llevaré a cabo”. Una de sus máximas es gobernar por y para la ciudadanía, “escuchando qué es lo que quiere y cómo lo quiere”.
No se mantendrá “mucho, mucho nuevo, porque mucho, mucho no han hecho”, pero no destruirán lo que se ha hecho bien, “no tenemos porqué. Tenemos que entrar, comprobar en qué situación está todo y, a partir de ahí, reestructurar o no departamentos municipales o dar soluciones a los conflictos importantes que se nos presenten”.
Quiere decirle a la ciudadanía, a sus votantes y a aquellos que no han confiado en su programa que gobernará “para todo el mundo”. “Creo en que la gente tiene que expresar su ideología”, añadía, “todos tienen derecho a pensar como les convenga. Lo voy a respetar y, evidentemente, no voy a actuar como se ha hecho hasta ahora”.
El día 15 es la toma de posesió, la primera semana será la puesta en marcha, el reinicio de todo y “partir de ahí, saber qué presupuesto nos han dejado y en qué condiciones”. De ahí que pedía a los vecinos un “periodo de tiempo para averiguar en qué situación se encuentra el Ayuntamiento. A partir de ahí actuaremos, porque no hacen más que surgir deficiencias importantes que hay que resolver”.