Ayer jueves 4 de agosto, Santa Pola volvió a vestirse de luto para recordar aquel fatídico día del 2002, en el que la banda terrorista ETA activó un coche bomba contra el cuartel de la Guardia Civil, con más de 100 kg. de explosivos, tratando de hacer el mayor daño posible, tal y como señaló Bauti, padre de Silvia Martínez, la niña asesinada en el atentado junto a Cecilio Gallego. El pueblo de Santa Pola arropó, un año más, a los familiares de Silvia acudiendo a rendirle homenaje a la plaza que lleva su nombre.
A las 20:00h. los padres, hermanos y familiares de Silvia Martínez llegaban a la plaza situada frente al cuartel de la Guardia Civil con gran dolor, pero con la fuerza suficiente para que nadie olvide nunca lo sucedido y seguir luchando por la memoria, la dignidad y la justicia de su hija y por ende, de todas las víctimas del terrorismo.
Bauti Martínez tomó la palabra para dirigir el acto, en ausencia este año, de Mamen Álvarez fallecida recientemente y gran defensora de las víctimas del terrorismo.
Tras guardar un minuto de silencio por ella, Cecilio Gallego y resto de víctimas, Bauti se dirigió a los presentes para explicar cómo los terroristas, Andoni Otegi y Óscar Celarain después de haber sido condenados a 843 años por ambos asesinatos, uno de ellos ya ha gozado de permiso penitenciario de 4 días gracias a un “absurdo plan de la inventada justicia restaurativa que, hipotéticamente, consiste en reunirse con las víctimas. ¿Con qué víctimas se ha reunido?, nos preguntamos”. Y continuó detallando que este año, un juez, tras un informe detallado de la Guardia Civil y de la Policía “ ha decido reabrir el sumario y llamará a declarar como imputados a 6 etarras que serían los autores intelectuales del atentado”. Martínez ha manifestando que utilizarán todos los medios a su alcance para que se haga justicia .
Posteriormente y al son del Himno de los Caídos, dos miembros de la Benemérita, los hermanos de Silvia y varios familiares depositaron una corona y ramos de flores junto al monolito. Tras ellos el resto de los ciudadanos se acercaron para dejar sus flores y peluches en memoria de Silvia.
Durante el acto la asociación Cielo de Colores, Ana María Sevilla y Laia Guirau interpretaron varias canciones.
La emoción y la tristeza embriagaron a los presentes cuando Toñi Santiago, madre coraje, rememoró
el día del atentado. Silvia pasó un día precioso, recordó Toñi, por la mañana en la piscina con su padre, del que se despidió diciendo “papá mira como me tiro, y no tengo miedo”. Por la tarde tras regresar a casa con unos familiares todo se volvió gris, “abrí los ojos, solo ví un agujero en la pared.. y a mi hija llamándome, mamá, pidiendo auxilio”. Había otra bomba pero Toñi no se iba sin su hija, “dos compañeros cogieron a la niña y la bajaron en volandas” mientras ella detrás , mientras se le clavaban cristales en los pies gritaba “hijos de puta habéis matado a mi hija”. En la ambulancia la niña entró en parada. “Al llegar mi marido nos miramos y le dije, nos hemos quedado sin lo más sagrado que pueden tener unos padres”.
Finalmente recriminó al presidente del Gobierto utilizar la sangre de las víctimas como moneda de cambio y manifestó que nunca callarán su voz.
El acto concluyó con el Himno de España.