Se sabe que la elevación de las temperaturas máximas y mínimas sobre las habituales de una zona, tiene efectos directos sobre la salud de su población. Los periodos con temperaturas elevadas favorecen las enfermedades ligadas al calor (agotamiento por calor, golpe de calor...) aunque la mayor parte de los problemas de salud que se registran durante los periodos de calor excesivo son debidas a la agravación de enfermedades existentes, fundamentalmente cardiocirculatorias y respiratorias.
El grupo de mayor riesgo frente a los efectos del calor, lo constituyen las personas de edad avanzada, sobre todo aquellas mayores de 75 años. Los niños pequeños, sobre todo los menores de cuatro años, las personas obesas y los indigentes constituyen otros grupos de población de riesgo, en donde también cabe incluir a aquellos que consumen alcohol de manera excesiva.
Síntomas
Cuando, a causa del calor, el cuerpo ya no puede controlar su temperatura, se eleva rápidamente produciéndose lo que comúnmente se conoce como “golpe de calor”. Sus síntomas son: temperatura elevada; piel roja, caliente y seca; pulso fuerte y acelerado; dolor palpitante de cabeza; mareo, náusea y confusión e incluso se puede llegar a la pérdida de conciencia. El tratamiento para el golpe de calor es tratar de conseguir ayuda médica; bajar la temperatura llevando a la persona afectada a un lugar fresco y aplicándole agua en paños o en una ducha y si está inconsciente y vomita, hay que ladearle la cabeza y mantener libres las vías aéreas.
También se puede producir “agotamiento por calor”. Sus síntomas son: piel fresca y húmeda; pulso rápido y débil; respiración acelerada y poco profunda. Sin tratamiento puede producirse un ataque cardíaco, especialmente si el que lo sufre está enfermo del corazón. Su tratamiento es el mismo que para el golpe de calor y el afectado puede tomar líquidos, siempre que no sean bebidas alcohólicas.
Otros problemas frecuentes son los calambres, que se tratan con descanso y tomando zumos diluidos o bebidas para deportistas y las quemaduras solares que se deben refrescar y consultar el tratamiento con su médico.
Hay que recordar que estos consejos son de carácter general, las recomendaciones específicas para cada persona se las puede facilitar su médico.
Mapas de riesgo
Diariamente se elaboran mapas de riesgo debido a los efectos del calor para tres días, disponibles a través de la página web de la Conselleria de Sanitat www.san.gva.es. Sobre la ola de calor para el verano de 2012, y según los criterios establecidos en la Comunidad Valenciana, se establecen cuatro niveles de riesgo climatológico específico para cada zona termoclimática: el nivel 0 (verde o normal) en el que no se rebasan los 35ºC; el nivel 1 (amarillo o moderado), cuando se espera que la temperatura máxima exceda los 35ºC los dos primeros días; el nivel 2 (naranja o alto) siempre que se espere que exceda los 39ºC y, por último, el nivel 3 (rojo o extremo) cuando se prevea que la temperatura máxima exceda los 41ºC.
Entre los consejos que da la Conselleria de Sanidad para preservar nuestra salud de las altas temperaturas y estar preparados ante las elevadas temperaturas o incluso enfrentarse a las extremas de una ola de calor están el beber mucha agua y líquidos sin alcohol ni cafeína; comer abundantes frutas y verduras; usar ropa ligera y de color claro; no olvidar la protección solar; evitar las actividades en horario de temperaturas altas y vigilar que los niños y ancianos tomen líquidos, sobre todo si están solos o enfermos.
Más información en www.cuidatecv.es.
