Policía Local, el equipo de excarcelación del Consorcio Provincial de Bomberos (Elche), Cruz Roja, Protección Civil Santa Pola y miembros del Psicólogos Sin Fronteras participaron esta mañana en el simulacro de un accidente de tráfico con excarcelación, al cual acudieron los alumnos de Sexto de Primaria de varios centros educativos de Santa Pola.

La finalidad principal, afirmó la encargada del Parque Infantil de Tráfico y miembro de la Policía Local, encargada de la organización del evento, es “conocer las consecuencias reales y nefastas que tiene un accidente, y qué hemos de hacer para evitarlo: cumplir las normas, respetarnos los unos a los otros y circular en condiciones”.

Desde los bomberos, se explicó que los alumnos que hacían de víctimas en el simulacro procedían del Módulo Superior de Técnico de Emergencias y, como parte de sus prácticas, acuden todos los días al Parque de Elche, para desarrollar las funciones aprendidas.

Lo que se pudo contemplar en El Palmeral fue un accidente tipo, producido por las diversas causas existentes en los accidentes de tráfico: la más común, desgraciadamente, el uso del móvil al volante y las distracciones que provoca (“por lo que os pedimos -a los alumnos asistentes- que cuando veáis a vuestros padres conduciendo y con el móvil, se lo advirtáis y les eduquéis en este aspecto”); la segunda, el consumo de alcohol y drogas; la tercera, problemas mecánicos, que se pueden prevenir con un coche bien revisado en la ITV:

Aclararon que, dentro de la provincia, todos los bomberos trabajan igual ante un caso de necesaria excarcelación, “fruto de un protocolo de intervención establecido y desarrollado en varias fases”. Para el caso de hoy, se planteó la existencia de dos heridos, uno fuera del vehículo, con un brazo atrapado por una rueda de coche y, el otro ocupante del vehículo siniestrado, con necesidad de excarcelarlo en condiciones de seguridad (“con el eje cabeza, cuello, tronco alineado para evitar lesiones medulares derivadas”).

Fases
Dentro de las fases, en primer lugar, es controlar la seguridad dentro de la zona, balizando y evitando las presencia de personas, que pueden presentar diversos grados de nerviosismo. Toda vez que entran los bomberos, la Policía ya ha realizado el PAS (Proteger, Alertar y Socorrer). Bomberos analiza el accidente para emprender acciones coordinadas y poder atender en primera instancia las situaciones de más gravedad (cortar una hemorragia, intentar que el herido respire…). Con la llegada de los servicios sanitarios, socorren, al tiempo que se estabiliza el vehículo para que no haya riesgo a terceros.

El mando de bomberos, previamente a la arribada de los sanitarios, ya ha hecho un “triaje”, para diferenciar qué heridos son los más graves y cuáles necesitan la atención más urgente. Hecho que comunica al personal sanitario. Como se ha comentado anteriormente, se contempló la posibilidad de la existencia de testigos, los cuales están nerviosos, afectados, y están siendo atendidos por el equipo de psicólogos. “Es importante este tipo de apoyo en todas las intervenciones, porque hay que evitar nuevas víctimas, por causas que van desde el ataque de ansiedad hasta el paro cardiorrespiratorio por el golpe psicológico”.

Insistieron desde Bomberos que, aunque parezca que el ocupante atrapado esté bien, siempre hay que inmovilizar y trabajar de forma coordinada para su posterior traslado al hospital. En cuanto al otro herido (por causa de atropello), con una extremidad atrapada, se tuvo que proceder a elevar el vehículo, liberando a la víctima. Consciencia, respiración y pulso han sido analizados por un enfermero (valoración primaria) y, de pies a cabeza, se valoran todas las patologías que pueda presentar (valoración secundaria: puede mover bien los brazos y piernas, presenta heridas en rostro y ojos, cómo ha ocurrido el accidente, si ha comido o tomado drogas y alcohol, todos estos puntos muy importantes a la hora de un posterior tratamiento médico).

Pautas a nivel psicológico
Desde Psicólogos Sin Fronteras, desvelaron algunas de las pautas para actuar a nivel psicológico en el caso de accidentes. Muy importante es la atención a aquellos que han visto el accidente (y contactado con emergencias). También a los familiares de las víctimas, que han podido ser testigos oculares. “El profesional ha de darles soporte, controlar la situación a nivel emocional (son muy extremas) y la persona necesita expresar y entender lo que está pasando”.

Por lo referente a las víctimas, hay que ayudarlas a salir del primer shock, hacerle saber que está siendo atendida y contarle qué ha pasado. Esto ayudará a que esta situación se gestione adecuadamente, “ayudándonos a prevenir futuros episodios de ansiedad o estrés. La primera atención psicológica ayuda a digerir esta situación emocional”.

Un accidente de tráfico no se soluciona en cinco minutos, por lo que hay que intentar mantener la calma, “poco a poco, cuando la persona se puede expresar y se siente más calmada, el estrés de la situación se rebaja paulatinamente. Acompañar y asistir previene problemas futuros, los primeros auxilios psicológicos son cruciales para prevenir problemas mayores ”.

Hay que tener claro que cuando ocurre un accidente de tráfico y los distintos medios están trabajando: Policía, Bomberos, Guardia Civil, equipos sanitarios o un equipo de psicólogos… hay una premisa, y es que le herido que está dentro del coche (que está asustado, lesionado) tiene un sentimiento de soledad. Lo que hacen los bomberos, si no viene un profesional de atención psicológica, atienden ellos en primer lugar, evalúan, preguntan qué necesitan. Especialmente, también para ponerle en contacto con quien demanda (su mujer, sus padres…) , al mismo tiempo que se preocupan por sus heridas físicas.

PAS
Se buscó la participación de las niñas y niños presentes, recordándoles los tres pasos: Proteger, Alertar y Socorrer, así como el 112, que es el teléfono de emergencias. “Si vemos que el accidente está organizado, pasamos de largo. En caso contrario, tenemos que detenernos, pero nunca quedarnos mirando, porque nos podemos distraer y crear uno nuevo. Algo que pasa mucho. Ni mucho menos, gravar con el móvil el accidente”.

Si nuestro coche es el primero en llegar a la escena, nos bajamos en el arcén (con el chaleco puesto), señalizamos cien metros antes con los triángulos de emergencia; llamamos inmediatamente al 112 y acudimos a ver a los heridos, sin moverlos, pero atendiéndoles y comprobando su consciencia.

Experimento Kansas
En 2001, en Estados Unidos, se demostró a través de un experimento que una víctima se recupera en el hospital mucho más rápido cuando ha estado atendido psicológicamente en el momento del accidente. Si el accidentado está solo, asustado y dolido, “está demostrado que, por muchos buenos medios que tenga el hospital, no se recuperará rápido”. La atención constante, en el caso de dos víctimas o más, es necesaria. Bomberos, en este caso, destina parte de sus efectivos a acompañar y evaluar. Cuando llegan los psicólogos y sanitarios, se puede dejar solo al ocupante del vehículo.

Durante todo el simulacro, se explicó a los asistentes todos y cada uno de los medios que se utilizan día a día, desde las herramientas y medios técnicos para la seguridad activa y pasiva tanto de ocupantes como de excarceladores, hasta el tendido de lonas protectoras de todo tipo, pasando por las camillas de extracción o los instrumentos del personal sanitario, quien comunica a Bomberos, en todo momento, el estado de los heridos y qué es lo que han de tener en cuenta (por si tiene hemorragias, neumotórax, posibilidad de lesiones internas…).