MALTRATO ANIMAL
 

Playa Lisa ha sido testigo de la falta de cuidados que han sufrido unos perros maltratados en el municipio

 
Viernes 2 de noviembre de 2018 0 comentarios
 

El pasado viernes, 19 de octubre, en calle Las Margaritas (situada en Playa Lisa) la Policía Local, tras realizar una intervención con un vehículo, detectaron un mal olor proveniente de una vivienda adosada de planta baja a la que acudieron a investigar. Cuando lograron hablar con el ocupante de la vivienda, al abrir la puerta se escapó un perro y pudieron observar las visibles malas condiciones en las que se encontraba, algo que llamó la atención de los agentes de la Policía Local que comenzaron a preguntar al vecino sobre el estado del perro. Primeramente fue reacio a contestar, pero cuando los agentes descubrieron que tenía más animales en la vivienda confesó que todos no eran suyos pero que al separarse de su pareja las mascotas se quedaron en la casa. Aunque esto no le exime de la responsabilidad de tenerlos bien atendidos, reconoció que no podía llevarlo a cabo y cedió la tutela de todos a la protectora concertada con el Ayuntamiento. Al mismo tiempo, también manifestó que en la vivienda se encontraban tres cadáveres cachorros de pocos días, que posiblemente los habría matado alguno de los machos con los que convivían.
Ya con la protectora en el lugar de los hechos, llamaron a una veterinaria de la localidad que trabaja en CCV Amorós quien, de manera altruista, se acercó para hacer una primera valoración del estado en el que se encontraban por si hubiera que atender a alguno de ellos de urgencia, una acción que quieren agradecer desde la Policía Local. Los agentes se protegieron como buenamente pudieron y procedieron a sacar primeramente a los cachorros fallecidos y, después, a los animales para introducirlos uno a uno en la furgoneta de la protectora. Una vez realizadas las diligencias desde la Policía Local, reflejando claros indicios de delito de maltrato animal, se pasaron a la Guardia Civil la cual realizó su investigación e informes, comunicándolo al Juzgado de Instrucción nº 4 de Elche. El infractor fue detenido el pasado viernes por orden de la jueza y vuelto a poner en libertad puesto que las diligencias no se han podido cerrar ya que la investigación sigue abierta y se podría llegar a implicar a más responsables.
Una vez que entra en el juzgado quedan paralizados los expedientes sancionadores municipales hasta que, más adelante, se pronuncie la jueza y se puedan sancionar los delitos restantes. Tras realizar el informe el veterinario de la protectora, se observó que los animales no presentaban malnutrición, aunque sí un caso de deshidratación que pudo ser causada por el estrés del animal a causa del traslado a la protectora. Lo que sí que presentaban todos era higiene nula y la mayoría presentaban enfermedades cutáneas, escamación producida por parásitos y chupópteros, también diferentes dermatitis alérgicas con infección, heridas abiertas y automutilaciones cutáneas por picor y dolor derivado de los parásitos.
También presentaban sarna sarcóptica con especial afección en los pabellones auditivos, orejas y extremidades, también llamada sarna común, que es causada por el ácaro sarcoptes scabiei que son unos parásitos no apreciables a simple vista que habitan en la superficie de la piel y del oído externo. Una vez atendidos, recuperados y cumpliendo el plazo legal si la jueza lo autoriza, los animales serían puestos en adopción. Para que haya condena formal de prisión más inhabilitación para la profesión, ejercicio, comercio y tenencia de animales durante un periodo de tiempo, se tienen que dar las condiciones de delito de maltrato animal básico, agravado o muy agravado. Dependiendo de cómo el juez lo califique podrá imponer hasta una pena de dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de hasta cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales. En lo relativo a las penas privativas de libertad, como en la mayoría de los casos la condena sería inferior a dos años, no se ingresaría en prisión, aunque si fallece el animal se puede llegar a una pena máxima de 18 meses. Ya que responsable del delito de maltrato animal, y como no tiene antecedentes penales, solo entraría en prisión en casos muy puntuales.

 
 

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