MÚSICA
 

Paquitin se ha criado entre músicos e instrumentos y asegura que los años 80 fueron “sus maravillosos años”

 
Viernes 1ro de junio de 2018 0 comentarios
 

La música es un arte que solo los locos pueden entender a la perfección, una vez que bebes de la energía que te transmiten las notas y los acordes ya no hay escapatoria. Has sido ‘picado’ por el síndrome de la música. Francisco Javier Espinosa Pomares, más conocido popularmente como ‘Paquitin’ o ‘Paquitin Concor’ es una de esas personas que transmiten vitalidad, energía y pasión por todo lo que hace, principalmente por la música. Lo lleva en la sangre desde bien pequeño. “Mis padres son músicos, por lo que he estado viajando con ellos y con la orquesta por muchos países. Siempre he estado escuchando música. Mi tío Antonio era el que más me motivaba porque era el cantante y el compositor. A veces me decía que le tradujera algunas letras de canciones en inglés para que supiera que significara. A partir de ahí, siempre he estado entre saxofones, clarinetes… Además, llegas a Santa Pola y te encuentras con sitios donde puedes escuchar música en diferentes discotecas gracias a ellas me surgió la oportunidad de convertirme en DJ. Al principio era un trabajo que lo hacía porque me gustaba, no cobraba por ello, no fue hasta que empecé en el Concor cuando ya me convertí en profesional”.
Corría el año 1963 cuando Paquitin, con tan solo 16 años, decidió comenzar a dar sus primeros pasos por el mundo de las cabinas de DJ de forma totalmente altruista. Es lo que de verdad le apasionaba y no perdía ninguna oportunidad para situarse delante de unos platos y empezar a ‘pinchar’ su música con la única finalidad de que la gente se divirtiera en la pista de baile. “Soy una persona muy energética. Tengo una energía que no sé de dónde la saco, entonces me gustaba estar en la pista de baile, bailar funky. Incluso cuando estaba en la cabina había veces que ponía un disco y salía a la pista de baile donde me hacían un corro. Siempre me ha gustado la música y el baile”, asegura Paquitin con una sonrisa en la cara. Se le nota que vive por y para la música, aunque ha tomado la decisión de dejar los platos a un lado y formar parte de la pista de baile desde otra perspectiva. “La música actual ha sido la que me ha tirado para atrás y la que ha hecho que tome la decisión de dejarlo. Estar en una cabina y tener que poner reggaeton, salsa o merengue no me motiva, ese estilo de música es para otros. Con 61 años que tengo creo que ha sido el momento de decir adiós”, comenta Paquitin. Pese a que deja su trabajo como DJ, va a continuar ligado al mundo de la música a través de la radio. “Trabajo en SOL FM Radio en Elche, en el que todos los miércoles hago mi programa de dos horas de música Funky y Soul llamado ‘De vuelta a mis raíces’. El hablar por un micro es lo que más me motiva y me lanza al estrellato. Aunque me haya retirado de las pistas de baile no voy a dejarme la radio porque me encanta, ahí sí que puedo poner la música que me gusta a mí que es el soul-funk de los 70 y los 80”.

De vuelta a mis raíces
Paquitin realiza su programa sin guion, lo hace de una forma totalmente improvisada. No se prepara nada y asegura entre risas que alguna vez se ha visto en un aprieto para poder continuar pero que ha sabido resolver sin que los oyentes lo noten. Tiene soluciones para todo y es capaz de sacarse un as bajo la manga sin que nadie aprecie que estaba ahí. Es una de las cosas más peculiares de este santapolero de adopción que aprovecha su espacio radiofónico para poner la música de los 70 y los 80 que más le gusta, además de imitar voces, hablar de producciones de house o decir todo aquello que le nazca en el momento en el que se pone delante del micrófono.
Pero hay una cosa que sorprende cuando se le escucha hablar de ella, y es que asegura que no va a echar de menos entrar a la cabina para amenizar las noches de diversión del municipio. “Teniendo la radio no me va a preocupar mucho lo que tenía, si hubiese estado en una discoteca donde pudiera poner la música que a mí me gusta igual hubiera seguido un poco más. Además, como también trabajo de enfermero tenía que cambiar muchos turnos en el hospital para poder ir a la discoteca los fines de semana a pinchar. Necesitaba mirar por una mejor calidad de vida para mí. Era una locura compaginar el hospital y el trabajo de DJ. En verano, cuando trabajaba en Concor casi no tenía tiempo para descansar porque la discoteca abría todos los días. Trabajaba de enfermero por las mañanas y por las tardes y noches me iba a la discoteca, era muy cansado pero no podía dejármelo porque era lo que de verdad me gustaba”.

Despedida
El pasado sábado 26 de mayo le realizaron una fiesta para que tuviera la oportunidad de despedirse por todo lo alto de la gente de Santa Pola, y no defraudó. Desde el momento en el que su sobrino Rafa le invitó a tomar las riendas de la noche comenzó su verdadera fiesta. “El acto que me hicieron el sábado 26 ha servido para que la gente también diga que Santa Pola necesita este tipo de actos en los que se pueda escuchar música de antes para la gente que ha estado en las discotecas de esa época. Aunque sea una vez al año se debería de realizar una fiesta de los años buenos del pueblo. Los años 80 fueron mis maravillosos años”.
De los más de 40 años que ha trabajado de DJ hay una cosa que destaca por encima de todas. “Me quedaría con que en Santa Pola siempre han contado conmigo para algo que tenga que ver con la música. La primera barraca popular que se hizo fue en la playa y fue espectacular. Me dio una vida que significó el empuje que necesitaba para lo que venía después.
Toda la gente estaba siempre bailando, gritándome ‘ese Paquitín, ese Paquitín’. Se me siguen poniendo los pelos de punta al recordar todo el cariño de la gente”.

 

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