El día 7 las floristerías de la localidad no dan abasto para elaborar los cientos de ramos, cestas y adornos florales que le llevarán los santapoleros por la tarde a su Patrona en uno de los actos más significativos: la Ofrenda Floral.
Una hilera interminable de devotos desfilaban con sus ramos desde la calle Mayor hasta la ermita del Castillo, donde les esperaba la Virgen de Loreto. Todos, con sus ramos multicolor en las manos, esperaban el momento de ofrecérselo a la Patrona. Desde bebés hasta mayores, todos querían realizar su ofrenda y esperaban ansiosos su turno.
Un grupo de alrededor de 14 hombres pertenecientes a la comparsa Pescadores fueron los encargados de recoger los ramos que los seguidores de la Virgen iban llevando y colocarlos hasta completar la estructura que envuelve la imagen.
Además de los ramos de flores, y como es tradicional, la patrona también recibió cestas de flores que las diferentes entidades festeras, comparsas, asociaciones y autoridades quisieron llevar hasta la Virgen de Loreto.
Las reinas de las fiestas y su corte de honor fueron de las últimas en donar sus flores a la Virgen. Tras ellas, las representantes de las fiestas de las localidades vecinas, con las que se cerró la entrega de flores.
Al finalizar la ofrenda tuvo lugar la actuación del grupo de danza Sal Marinera y la Colla el Freu, para posteriormente realizar el besamanos a la Virgen dentro de la ermita. A las 22.30 la Coral Levantina y la Banda Unió Musical Santa Pola, bajo la dirección de Antonio Espinosa, ofrecieron la serenata a la Virgen, y ya entrada la noche, a la 1.30 horas, la Penya El Tró sorprendía a los asistentes con su espectacular mascletà nocturna.