Hace ya unas semanas que la empresa concesionaria del servicio de Limpieza, Urbaser, está utilizando una nueva máquina limpiachicles que ha adquirido. Según explica el gerente de Urbaser, Alberto Bleda, tras realizar un primer balance han comprobado que un único operario está consiguiendo limpiar 2.000 chicles por jornada laboral.
Anteriormente se empleaba un sistema mecánico, rascando los chicles con unos palos de metal. “Hay que tener en cuenta que la nueva máquina es ecológica y, además, se consiguen mejores resultados que con el método anterior”, comenta la concejala de Servicios Públicos, Loreto Serrano.
Como ya explicó durante una demostración el responsable de la empresa comercializadora, el componente principal que se utiliza como producto para limpiar los chicles es la remolacha, ya que el azúcar que contiene disuelve muy bien los chicles. El procedimiento es muy sencillo, el operario lleva una mochila cargada a la espalda con el producto limpiador. Con la mano derecha disuelve el chicle en unos pocos segundos y con la izquierda pasa un cepillo por la zona, que queda impecable.
Por el momento ya se ha utilizado la máquina limpiachicles en la zona del Ayuntamiento, en la calle Iglesia y en la Avenida González Vicens. “Esperamos que en unos meses ya hayamos pasado por las zonas principales de Santa Pola”, comenta Alberto Bleda. Urbaser ha comprado esta máquina por importe de 3.500 euros y el coste “extra” lo ha asumido la propia empresa. La concesionaria espera mejorar el rendimiento y conseguir limpiar más chicles por jornada.