Tomates o calabacines de casi medio kilo, ricos pepinos y pimientos, jugosos alficoces o estupendas judías verdes. Son los ingredientes para una “ensalada perfecta” y que tienen, además, el valor añadido de que han sido cultivados sin utilizar abonos ni fertilizantes químicos, con un sabor “como los de antes”.
Éstos son algunos de los productos que ahora mismo están cosechando los vecinos santapoleros convertidos a “hortelanos” y que han sido “agraciados” con una de las dieciocho parcelas de los huertos ecológicos municipales de Gran Alacant.
Gema Sempere muestra orgullosa las grandes hortalizas que cosecha. Y aunque muchos le han preguntado si ha utilizado algún tipo de fertilizante especial para conseguir tan espectaculares productos, ella asegura que “el único secreto es abonar bien la tierra, yo utilizo estiércol de oveja y regar bien”. Igual que el resto de hortelanos, ha instalado el riego por goteo. “Puedo estar regando durante seis hora, pero haciendo un uso muy eficiente y ecológico, no se trata de encharcar sino de que la tierra esté húmeda”, señala. Su padre se ha dedicado al campo y le ha asesorado y ayudado a preparar su parcela, similar al resto, de unos 50 metros cuadrados. El Ayuntamiento les facilitó una toma de agua y cada hortelano se encarga de pagar lo que consume, alrededor de 40 euros al trimestre.
Alejandro Heredia es el más joven de los hortelanos de Gran Alacant. Se ha criado en el campo, en Matola y aplica aquí todo lo que sabe. Tiene tres hijos y asegura que “es algo totalmente recomendable especialmente para los niños, disfrutan mucho ayudándome en el huerto, aprenden, por ejemplo, que las zanahorias no crecen en los árboles y luego se comen la verdura que ellos mismos han cultivado mucho mejor”. Para Emilio Gómez, en cambio, ésta es su primera experiencia como agricultor. Él es funcionario jubilado y reconoce que “estoy aprendiendo con los errores, ya que eché solo tres sacos de abono cuando preparé la tierra y hubieran sido necesarios más”. No obstante, ha conseguido cultivar grandes girasoles y tomates, entre otros productos. Entre los propios hortelanos se dan consejos. El truco que ha aprendido Emilio para acabar con las plagas es hervir ajos y rociar este agua a las plantas.
Nuevas parcelas para cultivar en el casco urbano
Los vecinos del casco urbano de Santa Pola, si todo sale tal y como está previsto, también podrán cultivar sus huertos ecológicos. “Buscábamos un lugar céntrico, al que no tuviesen dificultad de acceso, sobre todo, las personas mayores”, comenta el concejal de Parques y Jardines, Javier Baile. Y el lugar escogido para los huertos urbanos es el solar reservado a la Escuela Infantil Municipal ubicado junto al colegio Virgen de Loreto.
Así, el espacio ya está vallado y es lo suficientemente amplio. Ahora se está realizando la valoración económica para ver qué costaría acondicionar el terreno, realizar las correspondientes separaciones y colocar las tomas de agua.
