Mejorar la comunicación entre Elche y Santa Pola es una asignatura pendiente que, gracias a un trabajo en tiempo récord y una considerable inversión (realizada: 3.3 millones; proyecto total: ronda los diez millones de euros), puede quedar casi definitivamente solucionado en lo que queda de legislatura.

En primer lugar, por la seguridad vial y, en segundo, para dotar de las infraestructuras necesarias de comunicación por carretera para una realidad turística innegable, que es la villa marinera, con amplios lazos con el municipio ilicitano.

“Hoy damos un paso más en mejorar la conexión entre Elche y Santa Pola”, declaraba el Conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Arcadi España. “Una reivindicación histórica que ya, en el año 1995, se incluyó en el Plan de Carreteras. El objetivo era desdoblar y dar seguridad a una vía colapsado por el tráfico, ciclistas y peatones, con la complejidad añadida de la presencia de viviendas a ambos lados, más múltiples caminos de acceso a diferentes partidas”.

Agradeció la colaboración del Ayuntamiento de Elche y Santa Pola, que han cedido terrenos para poder llevar a cabo este proyecto, así como todo el personal de la Consellería, que ha realizado un trabajo encomiable, “que ha estado más de veinte años parado y que tenemos como objetivo el finalizarlo durante esta legislatura”.

Trabajo realizado
En primer lugar, se ha apostado por la conservación en todo el tramo desde la rotonda de Las Torres hacia la zona sur de Elche. Se ha actuado sobre ocho rotondas, que antes eran partidas, una opción que dejaba bastante que desear en materia de seguridad vial, generando unos problemas muy graves de accidentes fronto-laterales.

También se ha colocado un bordillo de separación, una mediana de obra, para evitar los giros a la izquierda indiscriminados, limitando así los accidentes fruto de adelantamientos indebidos.

En tercer lugar, se han colocado paradas de bus donde ha sido posible, facilitando así el uso del transporte público a los vecinos de la zona.

Se ha mejorado la sección trasversal, antes había unos carriles bici de 1,20 metros y, actualmente, se disponen de 2,10 en ambos sentidos. Dos medianas de 0,80 en pintura y una mediana con bordillo de 1,20 en el centro.

Baja la velocidad
El tiempo de esta actuación ha sido de doce meses, invirtiéndose 1.865.000 euros, aproximadamente. Lo más importante es que se ha conseguido “calmar” la velocidad del tráfico. Antes de las actuaciones, la velocidad media (en el 85% de los conductores) era hasta un 23% superior. Con las ocho rotondas cerradas y la mediana, es posible que la incidencia sea, incluso, mayor. “Una actuación valiente, decidida y donde se ha hecho todo un esfuerzo técnico”.

Las obras han culminando en un tiempo récord, las últimas al menos: tenía 18 meses de plazo de ejecución y se ha culminado en siete. Se ha eliminado una rotonda y se han ubicado dos paradas de bus. Dos carriles de circulación por ambos sentidos, una acera de 2,50 por la derecha y un carril bici de 3,50 metros por la izquierda. El presupuesto ha ascendido al millón y medio. El carril bici ha estado parcialmente financiado por los Fondos FEDER, porque bordean lugares de interés medioambiental.