Más de 200 festeros participaron en el Desembarco Moro, el pasado viernes, que dio inicio a las fiestas de la villa santapolera 2017. La playa se convirtió en una auténtica batalla que no dejó indiferente a nadie.
En esta ocasión, la presencia de arcabuces bajó debido a las restricciones de la normativa sobre la pólvora, un 70% menos. Juan Bautista Muler, coordinador del bando Moro, destacó que “cómo teníamos bastante ausencia en el tema de la arcabucería por las restricciones decidimos volcarnos en el plan artístico incluyendo más bailes”.Una de esas novedades fue la representación de dos bailarinas que coreografiaron una pelea en la cual la cristiana acababa muriendo y siendo llevada en volandas hasta el campamento moro.
Otra de las novedades fue la introducción de bengalas, unas 50, y la utilización de botes de humo de colores. “En ese sentido hemos completado un poco el acto. Estamos muy satisfechos del resultado”.
La participación “en el bando moro ha subido un poco y en el bando cristiano se ha mantenido, pese a que el presupuesto ha bajado. La gente se ha volcado con el acto y no sólo en venir a verlo, sino que cada vez participa más gente en el Desembarco. Así que estamos súper contentos”, destacó el coordinador del bando Moro.
El espectáculo acabó con el triunfo del bando moro sobre el campamento cristiano y con los aplausos de muchas personas que se acercaron a la playa de Levante para disfrutar de esta singular representación.