SANTUARIO DE ANIMALES. PROYECTO CUATRO PATAS
 

El voluntariado es fundamental para el día a día del Santuario de Animales Proyecto Cuatro Patas

 
Viernes 25 de enero de 2019 0 comentarios
 

Una mirada triste pero llena de agradecimiento anda por las calles. Perdido. Con frío. Con hambre. Con la confusión de no entender por qué ya no le quieren en casa. A pesar de eso está lleno de amor incondicional para volver a ofrecerlo a otro ser humano que se merezca ese regalo. Dicen que el mejor amigo del hombre es el perro, que el cariño más fiel que se puede encontrar está en los peludos de cuatro patas. La mayoría de veces tienen razón, salvo cuando un grupo de personas deciden emprenderse en el tormentoso, pero placentero, viaje de crear una protectora. En marzo del 2015 José Maciá fundó en Santa Pola la Protectora Proyecto Cuatro Patas, con el objetivo de rescatar a perros, gatos, pájaros o conejos y darlos en adopción. Desde entonces y hasta la fecha, su presidente, junto con el resto de compañeros, trabajan duro para sacar adelante la asociación.
Con el objetivo de recibir ayuda, han creado las ‘Jornadas de Voluntariado’ que se realizan cada fin de semana, donde toda persona dispuesta a ayudar es recibida con los brazos abiertos. Comienzan sobre las 10:30 de la mañana, hora en la que llegan los primeros voluntarios, y se les asigna una tarea a cada uno de ellos. Hasta que paran a la hora de comer, donde cada uno trae su comida (que tiene que ser vegetariana) y comparten un momento “único” para volver al trabajo hasta las 18:30 horas aproximadamente. Aprovechan estas jornadas para llevar a cabo todo aquello en lo que se necesitan más manos, como hacer nuevas obras, realizar ampliaciones del terreno, o arreglar las cosas que se van rompiendo por las inclemencias del tiempo. Entre semana, se encargan de las necesidades básicas de los animales, como sacarlos a pasear.
“A corto plazo son unas jornadas que me encantaría que fuese algo cotidiano y normal para la gente. Defender a los animales es un deber y una obligación que tenemos todos. Me encantaría que llegase el fin de semana y que la gente tuviera ganas de ir al Santuario a ayudar a los animales”, reconoce José Maciá. Pero sus ambiciones van más allá. Espera poder vivir allí para que el voluntariado sea de larga estancia, y no solo los fines de semana, por lo que podrían residir en la casa el tiempo que deseen ayudar y conectar con los animales no humanos. Además, asegura que los beneficios que aportan las jornadas de voluntariado a la asociación “no puedo describirlo con palabras. Los voluntarios que acuden cada fin de semana son los que hacen grande este proyecto. Sin ellos sería imposible llevar esto adelante”.

Proyectos
Su trabajo no solo reside en cuidar y proteger a todas las especies de animales, sino que su visión de futuro va más allá. “Tenemos proyectos muy bonitos en mente. No queremos que la protección sea solo para los animales no humanos, sino que se expanda a aquellos humanos que sufren opresión por parte de la sociedad, como el colectivo LGTBI o aquellos que sufren bulling en el colegio. En la asociación vamos a ayudarles a volver a introducirse en la sociedad, a que recuperen su autoestima y a creer en sí mismos otra vez”, comenta Maciá. Una iniciativa novedosa, ya que han realizado una investigación para comprobar que no existe ningún proyecto a nivel nacional y europeo que ayude a este tipo de personas a través de los animales, con quienes pueden sentirse identificadas con las historias de cada uno y apoyarse en ellos.
Gracias a Margarita (una cerdita) y a Sultán (un caballo) fueron capaces de extender su manera de pensar y de cambiar su visión de vida, ya que antes tan solo se dedicaban a rescatar principalmente perros y gatos para darlos en adopción. Como asegura José Maciá “personalmente me hicieron que entendiera la vida de manera distinta y de cambiar el devenir de nuestro proyecto. En el momento en que se rescató a Margarita sabía que no se iba a dar en adopción porque hubo momentos muy críticos en los que temimos por su vida. Este fue el cambio de chip que tuve”. Era el inicio de 2017 cuando esto sucedió y tomó la decisión de expresar al resto de compañeros la sensibilidad que sentía por los animales de granja, aquellos que “nadie ve”, y recibió el apoyo de todos y cada uno de ellos y de ellas. Así fue como se cambió el nombre a ‘Santuario de Animales. Proyecto Cuatro Patas’, porque “hemos cambiado el concepto de animal. Antes lo teníamos como un ser que siente y que sufre, y ahora lo hemos ampliado mucho más. Los consideramos miembros de nuestra familia, nuestros hijos. Al igual que un padre no daría en adopción a sus hijos, a no ser que las circunstancias sean muy extremas, nosotros tampoco. Luchamos día a día, junto a la ayuda de personas maravillosas, a darles una nueva vida y a concienciar a la sociedad”, afirma Maciá.
Realizan rescates de animales provenientes tanto de la industria cárnica como de particulares para recuperarlos tanto en la salud física como mental. Una vez que están preparados, aceptan visitas en el Santuario. Gracias a estos “embajadores de su especie”, como cariñosamente les llama José Maciá, son capaces de mostrar que tienen emociones, que sienten y que aman a las personas. “Son muchas las personas que han venido a ayudar, que nos preguntan lo que tienen que hacer para dejar de comer carne, para mandarles información sobre cómo ser vegetariano o vegano. Tenemos la gran suerte de forjar amistades, porque no perdemos el contacto”, comenta.

Evolución
La Protectora ha pasado por tres fases. La inicial donde se fundó como una entidad de protección animal, en marzo 2015, donde se rescatan perros, gatos, pájaros o conejos, algo que realizan casi todas las protectoras de la provincia. La segunda, que coincidió con el incendio que sufrió el terreno donde viven los animales. Un hecho por el que se plantearon en varias ocasiones cerrar las puertas del refugio al no entender que una o varias personas fueran capaces de tirar el trabajo de casi tres años a la basura, y de perder la vida de dos integrantes de la familia no humana. La tercera fase ha comenzado este año, donde nace una nueva figura en alicante. “Somos el primer centro multiespecie en la provincia que nace como protección y defensa de todos los animales, y que difunde el veganismo como forma de vida y como forma respetuosa con el resto de animales”, afirma orgulloso su presidente.
El fundador del ‘Santuario de Animales. Proyecto Cuatro Patas’ anima a todos y todas a que conozcan más de cerca el trabajo que realizan, a colaborar con ellos en estas jornadas de voluntariado que tanto bien hacen, y a que realicen cualquier cuestión en sus dos correos: info@proyectocuatropatas.org voluntariado@proyectocuatropatas.org Al fin y al cabo la vida de los animales es tan valiosa como la de cualquier humano, eso es algo que debería de grabarse a fuego en la conciencia de una sociedad que menosprecia, veja y castiga a uno de los seres más indefensos que habitan el planeta: los animales no humanos.

 
 

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