PROYECTO SOLIDA
 

El Puerto es testigo de un simulacro de atención ante la llegada de migrantes a la costa

 
Viernes 16 de marzo de 2018 0 comentarios
 

El proyecto europeo ‘Solida’ ha celebrado su cuarto encuentro en el municipio de Santa Pola entre los días 13 y 16 de marzo, en el que la villa marinera acoge a varias delegaciones de diferentes países con la intención de realizar un intercambio de las buenas prácticas en materia de migraciones, solidaridad y participación ciudadana. El miércoles, día 14, las delegaciones participantes asistieron a una jornada sobre el papel de los organismos consultivos en la acogida de personas migrantes, celebrada en el Baluarte del Duque con puertas abiertas al público. Una jornada que ha inaugurado la alcaldesa Yolanda Seva, el concejal de Igualdad, Participación Ciudadana y Migraciones, Samuel Ortiz, y la técnica municipal de Participación Ciudadana, Begoña Igual.
En esta sesión se ha desarrollado una mesa redonda con un miembro de Cruz Roja, Guardia Civil y Policía Nacional, que ejercieron la función de ponentes con la finalidad de detallar todos los pasos que sigue cada uno de los organismos durante la recepción y atención de migrantes a su llegada a la costa a través de una patera. Para ello realizaron una recreación-simulacro, organizada por el Ayuntamiento de Santa Pola en el Puerto, donde colaboraron todos los agentes implicados en este tipo de protocolo: Cruz Roja, Policía Nacional, Guardia Civil, Salvamento Marítimo, Policía Local, Protección Civil y la Subdirección General de Puertos.

Funciones de los organismos
La técnica de Cruz Roja responsable provincial de salvamento marítimo, emergencias y llegada de pateras a la costa, ha explicado la tarea que efectúa Cruz Roja. Por un lado, realiza una función marítima en colaboración las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el remolque de la embarcación y la llegada a puerto. Por otro lado, ofrecen una atención sociosanitaria, puesto que la finalidad de Cruz Roja es saber si están en correctas condiciones, si están heridos o si tienen conocimiento de alguna otra patera.
Una vez averiguan estos datos, los migrantes pasan a un módulo de triaje sanitario donde se les realiza una valoración primaria de su estado de salud con una prueba de tensión y de niveles de glucosa. Además de comprobar si están heridos, si han sufrido quemaduras por la combinación del combustible, que suelen llevar a bordo, junto con el agua del mar, y de tomarle datos básicos como su nombre, su nacionalidad o su edad. En caso de presencia de menores, se les proporcionará una atención especial y serán transferidos al organismo pertinente.
Si las personas atendidas no revisten ningún tipo de patología se les pone una pulsera verde, lo que significa que aparentemente presentan un estado de salud estable y se les ofrece comida y agua. A continuación, pasarían a la zona de espera y posteriormente a disposición policial una vez cubiertas las necesidades básicas. En caso de que se detecten mujeres embarazadas, menores de 7 años o algún tipo de patología o herida, se les pone una pulsera roja y se informa a la Guardia Civil y Policía Nacional para que aseguren el traslado al centro de salud u hospitalario, donde serán valoradas por personal facultativo.
La Policía Nacional trabaja en la identificación de las personas migrantes tras la asistencia médica. “La entrada de extranjeros constituye en la legislación española una infracción administrativa, no penal. Se aplica la ley de Inmigración”, ha explicado Ángel Jesús Luengo, jefe de la Brigada de Extranjería de Elche. Se dispone de un plazo de 72 horas para la realización de los trámites de identificación y para poner en conocimiento de la situación a la Subdelegación del Gobierno. Es en ese momento cuando se procede bien a su traslado a un Centro de Internamiento de Extranjeros o a su devolución al país de origen. En caso de duda sobre la edad de los jóvenes, se pone en conocimiento a la Fiscalía de Menores para que realicen las pruebas médicas oportunas y determinen la edad concreta. Si es mayor de edad se procederá con el trámite normal. En el caso de que fuera menor, se internará en un centro de menores, bajo la tutela de la comunidad autónoma correspondiente, hasta que cumpla los 18 años, momento en el que se le suele dar un permiso de residencia.
Por parte de la Guardia Civil, cuenta con su Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), una herramienta fundamental que permite localizar embarcaciones a más de 20 millas de la costa. Una vez detectadas, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, Cruz Roja o Salvamento Marítimo tratarán de llevarlas a puerto. Todas las fuerzas que van a intervenir en el rescate, policiales o no, se coordinan desde un Centro Operativo de Servicio (COS). El principal problema, ha dicho el teniente jefe de la Guardia Civil del puesto de Santa Pola, Francisco Javier López, es que la mayoría de migrantes en patera vienen sin documentación, ya sea porque se han deshecho de la misma o porque alguna mafia se la intercepta. El año pasado se realizaron 8 intervenciones en Santa Pola, la más numerosa se produjo en la isla de Tabarca, donde llegaron 55 personas en una patera.

 
 

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