El IES Santa Pola comienza la cuenta atrás para el inicio del nuevo curso. Los alumnos y alumnas regresarán a las aulas en poco menos de un mes, tras acabar de forma forzosa las clases presenciales en marzo por el confinamiento. Sin embargo, no será una “vuelta al cole” en su totalidad ni se mantendrá de la misma manera. La asistencia reducida, el control en los accesos y los ámbitos, que englobarán diferentes asignaturas para dar más contenido a menos jóvenes en el aula, son algunas de las modificaciones en las que el equipo directivo del centro y sus profesores llevan trabajando durante meses.
La asistencia del alumnado quedó regulada en la Resolución del 28 de julio de 2020 del Secretario autonómico de Educación y Formación Profesional, por la que se dictan instrucciones de organización y funcionamiento de los centros de ESO y Bachillerato. Estas se basan en que el alumnado de 1º de la ESO sí asistirá diariamente al instituto, como los grupos de 3º del Programa de Mejora de Aprendizaje y Rendimiento (PMAR), PR-4 y 1º y 2º de FP Básica. Los estudiantes de los demás niveles de ESO y Bachillerato lo harán por turnos: una mitad del grupo irá los lunes, miércoles y viernes y, la otra mitad, martes y jueves. Y la semana siguiente, al revés.
La organización de las asignaturas en el centro también se ha tenido que cambiar. Raquel Navarro, directora del IES Santa Pola, explica que; en primer lugar, en los grupos de 1º de la ESO se han dividido algunas materias por ámbitos para facilitar su proceso de enseñanza-aprendizaje. “Uno de los ámbitos que hemos creado ha sido el de Matemáticas con Tecnología, del que el docente impartirá 6 horas semanales con un mismo grupo de estudiantes, integrando los contenidos para reforzar el carácter científico-tecnológico de las materias”. Por otro lado, se ha confeccionado el ámbito de Biología y Geología/Geografía, y también el de Historia y Castellano. Para todos ellos se ha ideado un Proyecto multidisciplinar basado en la metodología ABP (aprendizaje basado en proyectos). Según Raquel “el ABP se basa en los ecosistemas de Santa Pola, contextualizando el aprendizaje y los proyectos en nuestra localidad para hacerlo más significativo”.
El profesor de ABP impartirá 9 horas semanales, con el mismo grupo. Además, los tutores de los núcleos de 1º de la ESO serán el profesorado de uno de los ámbitos. Según Raquel, de esta manera “se consigue disminuir el número de docentes que tienen estos estudiantes, facilitando su paso de la Educación Primaria a la Secundaria y, a su vez, la coordinación y la atención”. La directora cuenta que en el resto de niveles, las asignaturas continuarán siendo las mismas, así como la misma carga horaria semanal. Sin embargo, debido al cese abrupto del curso anterior, todos los departamentos “están adaptando las programaciones de las materias para crear Planes de Refuerzo y poder impartir los contenidos que no se vieron durante el tercer trimestre por el confinamiento”. Este mecanismo se lleva estructurando desde la entrega de notas en junio, en la que los profesores y profesoras elaboraron Informes Individualizados detallando qué debía reforzar cada estudiante durante el curso 2020-2021. Y con estos informes se han elaborado dichos planes, asegurando así que el alumnado no pierda el ritmo ni se deje contenidos sin asimilar.
Uno de los grandes problemas que han tenido muchos centros educativos ha sido la reestructuración del espacio, porque ahora es necesaria la distancia de seguridad entre los alumnos, controlar más los patios y reorganizar las entradas y salidas. Muchos de ellos se han visto faltos de infraestructuras que poder habilitar para dar clase, como ya denunciaba el personal del IES Cap de L´Aljub en nuestras páginas (puedes leer la noticia en este enlace: http://www.periodicosantapola.es/actualidad/article/semipresencialidad-y-clases-en-zonas-comunes-la-posible-nueva-normalidad-para). El IES Santa Pola ha optimizado al máximo sus espacios para cumplir con el protocolo elaborado por la Conselleria de Educación y la de Sanidad. Como norma general, se mantendrá la distancia interpersonal de al menos 1,5 metros en las interacciones entre personas en todo el recinto educativo (incluyendo las aulas). Por eso, la mayoría de grupos irán “a turnos”, para poder cumplir con el distanciamiento tanto dentro de las aulas como en el resto del centro. Además, las aulas se han designado a los grupos en función de la ratio diaria que asiste a éstos, y se han habilitado algunos espacios como el aula de usos múltiples, organizándola para grupos más numerosos. “Aún estamos trabajando y ultimando este tipo de cosas. Por ejemplo, a diferencia de otros institutos, no contemplamos la docencia al aire libre salvo para Educación Física y actividades puntuales que ya relizamos otros años”.

Otro asunto complicado son las horas de recreo y las entradas y salidas, momentos en los que es casi imposible controlar las distancias entre los alumnos e incluso el contacto físico entre ellos. Para evitar cualquier tipo de problema, el instituto ubicará a profesores de guardia en cada zona del patio, pero aquí la directora también apela a la responsabilidad por parte de toda la comunidad educativa. “Las familias y el alumnado deberán firmar una declaración responsable, que han establecido la Conselleria de Sanidad y Educación, antes del día 7 de septiembre (el primer día de clase)”, comenta Raquel. Y añade: “Con ella, se comprometen a cumplir las normas de salud e higiene de acuerdo a los protocolos establecidos, y a controlar diariamente el estado de salud del alumnado antes de acudir al centro, para quedarse en casa en el caso de presentar fiebre u otros síntomas”. Por otro lado, se han establecido zonas de entrada y salida diferenciadas, señalizando todos los pasillos indicando las direcciones y ubicando carteles en cada escalera, para indicar qué grupo puede utilizar qué subida o bajada. “También utilizaremos las salidas de emergencia para hacer los pasillos de 2 metros unidireccionales. Los primeros días del curso llevaremos a cabo simulacros, para que cada alumno aprenda cómo moverse, por dónde salir y por dónde entrar”.

Pero sin duda, lo que ha supuesto el mayor cambio en la docencia (sobre todo durante el confinamiento) ha sido la entrada de lleno en las plataformas online. Todos los centros públicos están obligados a utilizar los medios que pone la Conselleria de Educación a su disposición, como la web familia para la comunicación con los representantes legales de los estudiantes; Aules para la docencia telemática, cursos, vídeos y tareas, y el correo electrónico de la Generalitat. Los dos últimos se han visto reforzados, y además, el IES Santa Pola planificó un curso de formación en Aules de enero a marzo. Raquel afirma que recurrirán a esta herramienta “enseñando y reforzando su uso con nuestros estudiantes para saber sacarle el máximo partido. Creemos que es muy útil para el trabajo a distancia”.

El IES Santa Pola tiene clara su hoja de ruta, pero establece la comunicación con las familias cuando las directrices que vienen desde Conselleria son definitivas. Las instrucciones del Gobierno han sido muy comentadas por los padres y madres de los alumnos y denunciadas por las AMPAS por “imprecisas” o en ocasiones “insuficientes”, y que no hacen más que incrementar la incertidumbre. Sin embargo, el personal del centro trabaja sin descanso para dejar todo listo para septiembre y que el curso se desarrolle de la manera más segura posible. Intentan que toda la planificación se traduzca en un mensaje de tranquilidad para las familias y de apoyo y ánimo para los alumnos, ante un nuevo año escolar, cuanto menos, inusual.