Los investigadores dicen que hay deficiencias debido a vacíos legales y a falta de información científica.
Un equipo internacional de científicos, liderado desde la Universidad de Alicante, ha establecido un nuevo marco conceptual que identifica los indicadores de la industria pesquera y turística que evalúan la efectividad de las Áreas Marinas Protegidas (AMP). El modelo, aplicado a tres zonas marinas –la isla de Tabarca, el cabo de San Antonio y Sierra Helada e islotes de Benidorm– revela la existencia de muchas deficiencias debido a los vacíos legales y a la falta de información científica.
“Este nuevo modelo, que es una ampliación del anterior, asume que las actividades humanas ejercen una presión sobre la naturaleza y producen cambios a los que la sociedad responde con actuaciones sobre el medio ambiente y económicas”, explica Celia Ojeda, autora principal e investigadora del Departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante.
Según comenta Ojeda, la investigación en la isla de Tabarca ha sido especialmente útil para su estudio ya que “la figura de Reserva Marina lleva casi 25 años establecida y se puede ver cómo la gestión que se realiza está dando resultados”.
La herramienta, que se basa en el modelo de Fuerza motriz, Presión, Estado, Impacto y Respuesta (FPEIR) establecido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 1994, permite evaluar todo el funcionamiento de un AMP. Para comprobar si las medidas de gestión utilizadas en estas áreas protegidas muestran los resultados deseados, los científicos han establecido las relaciones causa-efecto entre los componentes del modelo.
“Si se establece un AMP donde se permite pescar con caña en todas sus zonas, pero la biomasa de especies objetivo está disminuyendo, está claro que la primera medida de gestión no funciona, y habría que cambiarla, por ejemplo, limitando las zonas o estableciendo una veda”, señala Ojeda. Esto sucedió en Tabarca. Según comenta el Coordinador de la Reserva Marina, Felio Lozano, la pesca recreativa se prohibió por consenso de todas las Administraciones gestoras de la Reserva Marina en Marzo de 2006, hasta ese momento permitida en el sector Oeste de la Reserva Marina (RM) ello conllevó que dejó de poder ejercerse la pesca con caña desde costa en la zona del pueblo así como la pesca con curricán desde embarcaciones deportivas. Estudios de la Universidad de Alicante y su Departamento de Biología Marina revelaron que la extracción de peces que suponían estas prácticas resultaban una cantidad nada desdeñable; ello, unido a otros factores negativos para la correcta consecución de las actividades permitidas y el buen desarrollo de la conservación del medio marino que la pesca recreativa traía inherente contribuyeron a que se decidiera, por el bien de la R.M. y por ende de la isla adoptar esta medida después de 20 años de funcionamiento. “Es una medida que en principio pudo parecer impopular, pero que a largo plazo contribuye a que la R.M. sea mejor, y por ende, es un bien para el pueblo tabarquino. Después de 3 años es apreciable e incluso medible el aumento de las poblaciones de peces en la Reserva Marina, sobre todo de aquellas especies que eran objetivo de los pescadores recreativos y en aquellos puntos donde la presencia de los mismos era mayor”, señala Lozano.
La investigadora Celia Ojeda destaca también que ni en Tabarca ni en otras Reservas Marinas existe la cultura de tomar datos sobre los indicadores socioeconómicos como número de turistas al año, número de embarcaciones que entran al puerto y fondean por los alrededores, número de turistas que van a Santa Pola atraídos por Tabarca o número de actividades educativas.
El coordinador de la Reseva indica que en Tabarca existen estudios sociales sufragados por la Secretaría General del Mar que han contribuido al estudio de los parámetros o indicadores socioeconómicos más importantes relativos a la isla, y que revelan la importancia de la R.M. como foco de atracción de visitantes. El personal del Servicio de Mantenimiento y Protección de la R.M. toma en sus partes diarios, todos los datos posibles sobre el número de visitantes por mar en el número de embarcaciones fondeadas, por dar un ejemplo, datos de los que se disponen series históricas de más de 12 años.
