Compromís per Santa Pola presenta al Pleno ordinario de mayo una propuesta de resolución para dotar a la ordenanza de vados del municipio de una serie de mecanismos que permitan al Ayuntamiento de Santa Pola controlar que todas las licencias de vado que se han concedido hasta ahora se estén utilizando correctamente.
La falta de aparcamiento en el pueblo es una de las preocupaciones que tiene la ciudadanía santapolera. Un problema que, para resolverlo, necesita de una planificación a largo plazo “que utilice unos criterios diferentes a los que se han seguido durante las últimas décadas” en cuanto al urbanismo y la movilidad. Una de las medidas es la revisión de las licencias de vado que se han concedido hasta ahora en el municipio. Los vados, correctamente utilizados, rebajan la saturación de demanda de aparcamientos, “pero cuando estas licencias no se utilizan para lo que están destinadas (dejar libre la entrada a los locales y garajes para poder estacionar vehículos) provocan el efecto contrario”.
Desde Compromís proponen que las licencias de vado se tengan que renovar cada siete años, “con un modelo de solicitud de renovación donde se asegure que las condiciones del local o del garaje no han cambiado, aportando fotografías del exterior y el interior del inmueble. La aportación de datos falsos en esta solicitud estaría calificada como infracción muy grave, sancionada con una multa de 1.501 hasta 3.000 €”. Además, el titular de la licencia de vado debería proveerse, anualmente, de un adhesivo con el período de validez de la licencia, que debería colocar en la placa reglamentaria. Su no colocación o no renovación implicaría dejar las licencias temporalmente sin efectos prácticos, pudiendo cualquier vehículo estacionar. “Todas estas medidas servirían para facilitar el trabajo de control del Ayuntamiento, y para que la concesión de licencias de vado no provoque aún más problemas de aparcamiento”.