La ludopatía o adicción al juego es ya un problema principal en el Estado español. Un 36% de las personas adictas al juego son menores de edad, lo que hace que la media de edad de las personas ludópatas se sitúe en 25 años. Entre ellos una buena parte reside en barrios con índices de renta reducidos. Compromís opina que las casas de apuestas cada vez más abogan por instalarse en estos barrios que les permite desarrollar una estrategia de implantación de la creencia de que el juego es una solución fácil para los problemas económicos, y de que se puede conseguir dinero rápido y fácil.
Según este grupo político, para conseguir esto, las casas de apuestas utilizan publicidad engañosa, mediante la cual prometen regalar dinero si se inscriben a ellas. “No es solo un delito de publicidad engañosa, sino también de ilegalidad, puesto que la ley prohíbe expresamente regalar dinero a los usuarios. La ludopatía es una droga y el Estado, más lejos de implantar y procurar barreras que imposibiliten su expansión, presta espacios publicitarios para la difusión de las casas de apuestas. Podemos encontrar publicidad relacionada con el juego en vallas publicitarias de la calle, televisiones, radios o internet sin tener en cuenta horarios o público de los medios de comunicación. El Consejo Audiovisual Andaluz, incluso, llegó a denunciar la aparición de anuncios en Clan, canal de dibujos que pertenece a RTVE”.
Por todo esto, Compromís per Santa Pola presenta, para su debate en el Pleno de octubre, una moción para pedir al gobierno del Estado que restrinja la publicidad de las apuestas online, como ya se hace con el juego presencial, y que se prohíba esta publicidad en horario infantil de televisión y radio, además de su aparición en la calle y en portales web y redes sociales de frecuente acceso por parte de menores de edad. Por otro lado, piden a Les Corts Valencianes que incluyan, en la nueva Ley del Juego de la Comunitat Valenciana, una distancia mínima adecuada de separación entre las casas de apuestas, y su prohibición en las proximidades de colegios, institutos y centros juveniles.
Por último, el Ayuntamiento de Santa Pola tendría que potenciar la atención específica a las personas ludópatas, por tratarse de una adicción en pleno auge, y la Policía Local procurar un control más exhaustivo que evite el acceso de menores de edad a las casas de apuestas del municipio.