Las “Rutas escolares seguras”, “Rutas Seguras” u otras denominaciones parecidas, no vienen a ser más que un sencillo sistema encuadrado en los criterios de sostenibilidad medioambiental que facilita el acceso a los centros escolares de los más pequeños. Así se expresaba Javier Torralba, protavoz de Medio Ambiente de Compromís per Santa Pola. Aseguraba que en este momento en que, “aunque sea a rastras de la crisis económica y con el fin de ahorrar dinero, nos estamos planteando mejorar la eficiencia energética de Santa Pola”.
Desde Compromís quieren proponer esta iniciativa, pues Santa Pola tiene un entorno ideal para esta adecuación: poco tráfico, clima favorable, tamaño medio... Se trata de trazar y señalizar de una manera sencilla una serie de recorridos estudiados con anterioridad que se consideren los más apropiados y seguros, e invitar a que los estudiantes de los colegios e institutos vayan y vuelvan a sus centros de estudio por esos caminos.
A lo largo de ellos se pueden disponer varios incentivos para que los estudiantes no se “nos desvien”: o bien un apoyo de las patrullas escolares de la policía, o bien el del pequeño comercio existente en la zona, que puede colocar distintivos en su establecimiento que sirvan de referencia para dirigirse a ellos ante cualquier eventualidad, o también la ayuda de voluntarios y voluntarias pertenecientes a las ampas de cada centro escolar distribuidos estratégicamente por el camino, o incluso la colaboración de los miembros interesados de la Oficina del Voluntariado.
Municipal.
Es una alternativa sencilla y sin coste económico alguno que de forma sostenible podría ayudar a unas cuantas familias de Santa Pola. Quizás sólo sea cuestión de ir probando, descubrir mejoras y aprender de los errores.