La familia de Silvia Martínez mantuvo viva su memoria en un acto familiar y privado que tuvo lugar en la Plaza de la Diputación. Así, y tras catorce años del vil asesinato de dos inocentes (Silvia y Cecilio) por la banda terrorista ETA, se depositó un centro de flores, un gran oso de peluche y varios ramos para recordar a todo el mundo que ellos, los malos, no han ganado, aunque todos hayamos perdido mucho. Al acto acudió un centenar largo de personas, entre ellos representantes políticos locales a título particular, miembros de la Guardia Civil y amigos de la familia, quienes también quisieron depositar una flor en señal de recuerdo. Al finalizar este sencillo homenaje, se prorrumpió en aplausos por su memoria y por la paz.