En febrero comenzaron las obras en un tramo de 1.350 metros (desde el polideportivo Els Xiprerets hasta casi el Cruce de Las Torres). Estaba previsto que los trabajos concluyesen en el mes de junio, pero se han retrasado, según la edil de Infraestructuras, por tener que trasladar las tuberías de agua del Taibilla. Los atascos que diariamente sufren los conductores en este punto –especialmente a primera hora de la mañana, cuando muchos ilicitanos se trasladan a su localidad a trabajar– van a cesar en unas semanas. Según Loreto Serrano, está previsto que el 12 de agosto se abran provisionalmente los cuatro nuevos carriles con que contará el vial y los trabajos de remate, tales como el carril bici o la rodadura, se concluirán tras el período estival. “Somos conscientes de la molestia que para los conductores suponen las obras, pero se trata de una actuación muy necesaria que mejorará sustancialmente la comunicación entre Santa Pola y Elche, además de los accesos al polígono industrial”. Así, recordamos que la obra contempla la creación de dos rotondas, una a la altura de los viveros, que servirá de unión al polígono IN2, y la otra pasada la curva del restaurante Picola, que será el acceso al núcleo residencial de la zona.
La edil de Infraestructuras ha manifestado que las medidas de seguridad en las obras de la carretera entre Santa Pola y Elche son incluso más exigentes de lo requerido por la normativa, el desvío de tráfico ha sido diseñado conforme a la normativa de señalización provisional de obras y además han sido revisados y comprobados por el Servicio de Seguridad Vial de la Conselleria de Infraestructuras y se han suplementado las medidas de seguridad vial con la instalación de balizamientos luminosos y alumbrado, bandas sonoras de reducción de velocidad e incluso un radar de aviso de velocidad.